El abuso sexual está
conformado por actividades de exhibición hasta de penetración. Se define como
abuso si el menor es manipulado por un adulto (mínimo 5 años de diferencia) a
realizar actividades sexuales. Siendo el agresor una persona que el niño/a
conoce, o un familiar (en la mayoría de los casos). Si el abuso es realizado
por los padres o persona encargada del niño/a, es considerado como un trauma
complejo, ya que el niño se sentirá amenazado y rendido ante alguien que una
vez fue su cuidador.
El abuso sexual puede ir
acompañado de abuso físico, emocional y psicológico. Ya que para que el niño o
adolescente acceda a tener contacto sexual con el agresor muchas veces se
recure a la fuerza, manipulación o amenaza. Provocando en el niño/a sensación de
incapacidad, que llega a generar un trauma.
Este tema, en nuestra
sociedad y en muchas otras, es poco denunciado, ya que muchos adultos no
confían en lo que dicen los niños o tienen miedo a que la sociedad lo sepa. Es
por esto que muchos de los abusos son descubiertos al momento en el que el
niño/a presenta dificultades sociales o huye de casa.
Para poder detectar un abuso
sexual se deben considerar que el niño o adolescente abusado presenta conductas
como: inhibición, agresividad, aislamiento social, conductas sexuales,
depresión, entre otras.
Las niñas tienen mayor
probabilidad de ser abusadas, o hasta el momento eso se cree ya que se reciben
mayor número de denuncias en casos de niñas que de niños. Esto también podría
estar ligado a una cultura machista en la que el tener relaciones sexuales,
para los hombres, es razón de orgullo y poder.
También un alto porcentaje de los abusadores son hombres.
Abuso sexual infantil = generador de traumas en los niños y las niñas.
El trauma infantil no tiene edad para presentarse, no diferencia entre niños o niñas, no diferencia clases sociales (aunque algunas personas se pueden encontrar más vulnerables al trauma debido a estas categorías), todos estuvimos y estamos propensos a sufrir un trauma.
El trauma se genera en un nivel personal, cuando un evento estresante del exterior se presenta, la persona tiene reacciones neurovegetativas, corporales y emocionales. El momento en el que se genera el trauma es cuando nos rendimos o nos damos por vencidos ante el agresor o la situación.
El trauma infantil no tiene edad para presentarse, no diferencia entre niños o niñas, no diferencia clases sociales (aunque algunas personas se pueden encontrar más vulnerables al trauma debido a estas categorías), todos estuvimos y estamos propensos a sufrir un trauma.
El trauma se genera en un nivel personal, cuando un evento estresante del exterior se presenta, la persona tiene reacciones neurovegetativas, corporales y emocionales. El momento en el que se genera el trauma es cuando nos rendimos o nos damos por vencidos ante el agresor o la situación.
Te dejamos un link en el cual puedes encontrar más información sobre el ASI y cómo detectarlo.
http://prensalibre.com/vida/familia/familia-detectar-maltrato-infantil_0_353964791.html