El amor en la crianza de su bebé (por Mariel Madrigal)
Los bebés llegan a este mundo
totalmente indefensos. Dependen completamente de un adulto para la
sobrevivencia. La leche de su madre, que lo alimenta física y emocionalmente ,
el calor de los brazos cariñosos del papá y, sobre todo, la presencia de un adulto
que lo ayude a calmarse cuando lo necesite.
Estas experiencias que el bebé
recibe, el contacto con sus padres y cuidadores, son la base para su futuro
bienestar físico y emocional, ya que su cerebro se está terminando de formar en
esos primeros años de vida. (Gerhardt 2004). Aunque el bebé nace con todos sus
órganos perfectamente formados, el cerebro agrega el 70 % de su estructura
después del nacimiento. (Schore, 2001)
¿Qué clase de experiencias son
las que fomentarán un crecimiento óptimo en su cerebro? Ejemplos de estas
experiencias son las relacionadas con actividades que fomentan la cercanía
física entre el bebé y sus padres o cuidadores principales. El contacto piel
con piel es una forma muy efectiva de establecer esta comunicación. Por eso, todas
las actividades que promuevan esta cercanía son apropiadas: alzar a su bebé,
darle de mamar, darle masajes, y otras actividades como, por ejemplo el uso de
canguros en lugar de tener al bebé en un coche, lejos del contacto cercano con
otro ser.
Sin embargo, aunque la ciencia
nos dice una y otra vez que lo mejor para nuestros bebés es que respondamos
siempre a sus necesidades, los padres tienen muchísimo temor y reciben
información incorrecta que les dice que si responden a las necesidades de su
bebé, éste será el patán de la familia. Los niños sí necesitan tener estructura
y límites cuando crecen. Esto les crea un ambiente seguro donde podrán
desarrollarse. Sin embargo, un bebé necesita que sus necesidades físicas y
emocionales sean siempre atendidas (¡sí, aun de noche!). De hecho, dejar a un
bebé llorando sin atenderlo por un periodo largo, hace que el bebé sea críe de
forma más dependiente de sus padres. La investigación demuestra que los bebés
que son consistentemente calmados y confortados y cuyas necesidades emocionales
y físicas son satisfechas siempre, son los que serán más independientes y más
estables en la vida. (Porter, 2009)
Nuestros bebés se benefician de
nuestro cariño a través del día, de ratitos agradables, de aprender a descubrir
el mundo juntos (¿alguna vez ha visto lo maravillosas que son las flores vistas
por un bebé que las está descubriendo?).
Disfrute del día a día con su
bebé. Escuche a su bebé, escuche a su corazón y tiéndale una mano al amor y
esta será la mejor forma de criarlo.
Comentario
Algunas
personas dicen que todos demostramos lo que sentimos desde muy pequeños, pero
ninguno de nosotros somos capaces de acordarnos, creemos que es porque la forma
de demostrar las emociones va cambiando conforme la edad. Un recién nacido
muestra sus sentimientos por medio de llantos, si se siente feliz puede
demostrarlo por medio de una sonrisa. Con el paso de los años se sigue dando
este proceso de desarrollo, se da ordenadamente. Este proceso es parte
fundamental en el desarrollo de la personalidad.
Cuando vemos a un recién nacido
sonreír no siempre es porque algo es de su agrado o está feliz, muchas veces es
simplemente el resultado de la actividad subcortical del sistema nervioso. Ya pasadas las 3 semanas todos comenzamos a
sonreír por habernos encontrado en estado de alerta. Cualquier madre puede
reconocer en su hijo el motivo de la sonrisa o hasta del propio llanto. Aunque
muchas veces la persona que lo reconoce no es la madre sino la persona con la
que el niño ha tenido una mejor relación, o con quien ha tenido el apego.
Consideramos impresionante la
manera en la que las experiencias personales van dando paso a las diferentes emociones. Un niño de 3
meses no puede sentir miedo hasta que alguna experiencia lo lleve a sentirlo.
Al mismo tiempo un niño de 2 años ya es capaz de sentir pena porque ya fue
capaz de crear una conciencia. El niño
puede comprender que lo que hace está bien o está mal, todo esto porque alguien
se lo ha enseñado con el paso del tiempo. Con esto también aprenden que son
seres al igual que los demás, así podrá identificar a los demás si de primero
se identifica él como individuo.
Es en la familia donde el niño se
desarrolla, donde aprende a convivir, esta es su primera experiencia con la
sociedad. Aunque en cada sociedad es
diferente la forma de tratar a los hijos, en algunas se demuestra más que
respeto a los padres, por ejemplo la cultura china donde deben tener mucho respeto
al padre; por otro lado están las culturas un poco más liberales, donde los
padres son tratados más como amigos. También influye la estructura de la
familia, los hermanos que puede tener el bebé, si se vive con los abuelos o
tíos, si los padres están separados o no. El papel del hermano mayor nunca
podrá ser igual al que juega el hermano menor o el de en medio, cada uno tiene
un rol en la casa, a cada uno le fue otorgado por la madre o él simplemente lo
tomó; es como la responsabilidad que siente el hermano mayor de cuidar al
pequeño, que no sufra daño o que no esté en peligro.
Muchas veces la madre no juega el
papel de madre, sino es otra persona la que logra cuidar y amar a su hijo más
que una madre biológica. Por ejemplo, si una madre muere cuando estaba dando a
luz, será el padre o la abuela del bebé quienes jugarán el papel de madre, y el
niño logrará identificar el amor de su madre en alguna de estas personas.
Mientras que el papel del padre puede llegar a ser en muchas familias como “el
que trae el dinero a la casa”, pues las madres son las cuidadoras primarias de
los hijos.
En la sociedad no está muy claro
el papel del padre, pues unos creen que debe ser el que paga todo, otros creen
que deben simplemente disciplinar a los hijos, otros creen que son los que dan
los permisos; pero realmente ¿Cuál es el papel del padre? ¿Cuál es su importancia para las experiencias
del bebé? La verdad es que en una
familia ambos padres deben estar igual de comprometidos en la crianza de sus
hijos. La relación que puede llegar a
crear el padre con su hijo puede darse desde muy pequeño, por medio del juego;
así estas relaciones que el niño ha establecido con su padre pueden llegar a
influenciar las relaciones sociales del niño cuando crezca.
Es necesario que los padres estén
cerca del bebé desde que nace, pues el comenzará a crear un vínculo de
confianza con las personas que lo cuidan; pues así como crea confianza puede
crear desconfianza, pero en muchos casos la desconfianza es vista como la
manera de protegerse. Pero ¿Cómo lograr la confianza o desconfianza del bebé?
Esto se da por los cuidados que recibe, la atención a la que está familiarizado
a que le den y también el ambiente que lo rodea; porque si tiene un ambiente de
tensión podrá desarrollar desconfianza.
El ambiente también puede
influenciar en la relación que tengan los padres con sus hijos, ya que puede
ser que estos estén muy tensionados y no se ocupen del bebé como deberían
hacerlo, si pasa esto los padres no podrán crear el valioso vínculo que se debe
tener, el apego. El apego es la forma
en la que se une el bebé con la persona que logra tener un lazo recíproco,
comúnmente es el cuidador. Sí, los bebés
están genéticamente predispuestos a tener un apego con sus padres biológicos,
pero esto no quiere decir que no pueden tener un apego con cualquier otra
persona que los cuide o tenga cierto parecido con sus padres. Existen diferentes tipos de apego, el
primero es el apego seguro, que se da cuando uno de los cuidadores se va, así
el niño comienza a llorar “reclamando” que vuelva; el segundo es el apego
rechazante, este se da cuando un cuidador se va, pero el niño no llora para que
regrese y si lo hace evita contacto con el; el tercero es el apego ambivalente,
este es el caso de los niños que antes de que su cuidador se vaya se tornan
ansiosos y durante la ausencia se encuentran molestos; y el último es el apego
desorganizado-desorientado, este apego es un poco variado, ya que los niños
pueden demostrar alegría cuando su madre regresa y luego mostrar enojo; en cada
familia varía.
Cuando un niño se encuentra con
otras personas poco familiares para él puede reaccionar de diferentes maneras
debido a su temperamento; aunque hay
niños que ante personas desconocidas reaccionan con llantos y molestias, esto
es llamado la ansiedad ante los extraños;
si la situación varía puede darse la ansiedad por separación, que es
cuando el bebé se muestra molesto porque su cuidador lo deja.
Creemos que es increíble la forma
en la que cada acción de los adultos puede afectar tanto al crecimiento
emocional de los niños, cómo la buena relación o el apego que se puede llegar a
establecer con un adulto puede ayudar al niño a desenvolverse más fácilmente
ante otras personas o a simplemente desprenderse de esta persona; lo que nos
lleva a la autonomía del niño. Los niños deben probar las cosas de su nuevo
mundo, experimentar, lograr descubrir cosas por sí solos, tener un aprendizaje
pleno; así poder llegar a tener una socialización también. Por medio de la
socialización los niños pueden desarrollar hábitos y valores, la mayoría de
veces la socialización se inicia en el colegio.